viernes, 29 de octubre de 2010

A la defensiva


Es una entrada muy larga, pero tenía que escribirla.

Hace algún tiempo recibí un mensaje de una persona atacándome porque me adherí a un grupo en Facebook que se llama “Odio al Vallenato” palabras más palabras menos, el individuo en cuestión decía que antes de dedicarme a atacar al vallenato debía primero revisar que está mal en la música que escucho, luego aludió a cuestiones como el hecho de que el vallenato es una música autóctona y por lo tanto era mi obligación como colombiano escuchar y posteriormente esa persona mencionaba que el Rock (La música que más escucho y por lo tanto más me gusta) es por lo general en inglés y al yo no ser angloparlante no lo podía escuchar.

En primer lugar, la música es un arte, el arte corresponde a manifestaciones del intelecto humano en la cual se manejan códigos de creación asociados a la sensibilidad, la estética y la expresión, dichos códigos son de caracter universal, por lo tanto al ser de carácter universal resulta erróneo señalar que la procedencia geográfica de una obra o de un artista sean motivos para limitar su apreciación respecto al sujeto que aprecia la obra artística, dicho de otra manera: me gusta la música de The Rolling Stones, pero ellos son británicos y yo soy colombiano, entonces según mi intolerante interlocutor que motivó esta entrada, eso no puede ser, así que mi apreciación de la música se debe limitar a aquello que se encuadre dentro de los patrones geográficos correspondientes al territorio colombiano. El meollo del asunto no es si soy o no colombiano, el punto –creo yo- es que yo puedo escuchar la música que yo quiera y sentir filiación o aversión por la que yo quiera, las barreras espaciales no caben como restricción en cuanto a lo que me motiva a sentir predilección por tal o cual música, porque entonces de ser así, se debería prohibir que en los museos latinoamericanos se exhiban obras de pintores europeos o que en las bibliotecas existan libros de autores universales.

El siguiente aspecto, el que tiene que ver con lo autóctono es también relativo, si logramos entender que la humanidad no es un solo ente si no la suma de muchas influencias y procedencias nos haremos a la idea que por ejemplo la “música colombiana” no es tan colombiana, es el resultado de los muchos orígenes que hay en nuestra idiosincrasia en el caso del vallenato, este es la suma de varios orígenes a saber: la caja, es decir el tamborcito es de origen africano, la guacharaca es de origen indígena y el acordeón es de origen europeo y antes del acordeón si querid@ lector@ hubo un antes del acordeón, se hacía con guitarra, que es un instrumento español, pero con orígenes árabes, si no me cree averigüe por “Bovea y sus Vallenatos” el conjunto de Julio Bovea, entonces siendo así el vallenato no encaja dentro de los patrones de “música autóctona” dados sus orígenes y lo mismo pasaría si se trata de sacarle el ADN sonoro a todas las músicas que hay en Colombia, ese argumento de nacionalismo que se le quiere imprimir a la música me resulta parroquiano y retardatario y quiero aclarar que no siento desprecio por la música colombiana, al contrario la encuentro maravillosa precisamente por su riqueza sonora, es además de los más bellos recuerdos que tengo de mi infancia gracias a mi mamá que me enseñó que la música es un arte supremo al que hay que aprender a valorar y conocer, lo que si no soporto son las personas que quieren hacer creer que por un discurso nacionalista hay “buena música” y “mala música”

El tercer argumento, se refiere a la barrera idiomatica, si bien es cierto, no soy angloparlante, mi lengua materna es el español, he tenido la fortuna de poder aprender algo de inglés, digamos que el suficiente como para defenderme pero ese no es el argumento central, el argumento central tiene que ver, que como ya lo he dicho antes, la música es universal y son las cuestiones individuales las que hacen que cada quien tenga el derecho a sentirse identificado con tal o cual, en mi caso, el Rock es la música de mi preferencia dadas mis experiencias personales y mis convicciones de vida, quienes me conocen saben que no me puede faltar mi dosis diaria de ese género musical y que he asumido el compromiso vital de defenderlo, promoverlo y difundirlo con argumentos.

Por favor, no molesten con argumentos basados en la estrechez del espacio o los nacionalismos para tratar de imponer ideas, el arte es por si solo libre y debe llegar a cada quien, un poquito de respeto no hace daño

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